LA PLANIFICACIÓN Y LA GESTIÓN DEL MUSEO DEBE REORIENTARSE PARA LOGRAR UNA ARTICULACIÓN ENTRE LOS INTERESES DEL TURISTA Y DEL RESIDENTE
31.10.2008
La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico y Cultural del Cabildo grancanario, está empeñada en articular unas líneas estratégicas que posibiliten una mayor cohesión entre la política museística y la industria del turismo. La celebración de la primera entrega del I Encuentro sobre Turismo Cultural y Museos que tuvo lugar recientemente en el Centro Atlántico de Arte Moderno de Las Palmas de Gran Canaria, ha puesto de manifiesto la necesidad de impulsar la planificación de la gestión de estos centros museísticos con políticas de actuación que respondan tanto a los intereses de las personas que nos visitan, como de los usuarios residentes. El citado encuentro, organizado por el Cabildo de Gran Canaria en colaboración con la Universidad del las Palmas de Gran Canaria y coordinado por la Escuela de Turismo de Lanzarote, concluye en mayo del próximo año 2009 con una programación que aborda temas de vital trascendencia, tanto para el futuro de la principal industria de Canarias, como de los entornos culturales y sectores culturales del Archipiélago. La segunda entrega prevista dentro de este encuentro que reúne a medio centenar de profesionales de ambos ramos, se celebra el próximo día 16 de enero en el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada de Gáldar, en la isla de Gran Canaria.
Agustín Santana, antropólogo de la ULL y director de Pasos, Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, señala que “la globalización y la extensión de la posibilidad de convertirnos en turistas ha propiciado la apertura del planeta como destino, así como la incorporación del turismo, el viaje y el turista, al espacio de la cultura”. Santana señala que esgrimir la idea de la defensa de la conciencia cultural-medioambiental con uso turístico, es una ingenuidad si no se formula desde bases objetivas y reales, ya que “el único turista sin efectos, sería el turista invisible, y eso todavía no está inventado fuera de la virtualidad que ofrece Internet”.
Según el antropólogo, desde esta visión “es posible ofertar experiencias únicas y satisfactorias, fijar recuerdos positivos y duraderos en el visitante a través del consumo visual, la participación interactiva o la ayuda desinteresada sin dañar el entorno cultural”. Para Agustín Santana, “muy pocos turistas generan impactos negativos de manera consciente y premeditada y, cuando existe una información, un código de conducta accesible, suelen mostrarse colaboradores. Pero es necesario insistir en que tras medio siglo de turismo, aun está pendiente la educación para el viaje, o el viaje como forma de educación, especialmente cuando éste se realiza a los márgenes sociales”.
Por ello, el antropólogo concluye que sigue siendo necesario “elaborar estudios sobre imagen, estilos de practicar el turismo y responsabilidad, así como plantear diseños institucionales (y de gestión) desde los patrones de la gobernanza interactiva”.
Por otra parte, Manuel Ramos, jefe de conservación del Museo de Almería y autor del libro Turismo Cultural: los museos y su planificación, recuerda que los grandes protagonistas del sector productivo en países como España, vienen siendo en tiempo recientes las industrias relacionadas con el ocio, el turismo y la cultura y, de forma muy especial el turismo cultural.
“La potencialidad del país en este sector es indudable: España es el lugar de Europa con más espacios declarados Patrimonio de la Humanidad y Bienes de Interés Cultural”, avanza. “Por el auge del turismo cultural, el museo vive hoy los que seguramente hayan sido sus mejores tiempos. Nunca hubo tantos museos, tan visitados y en los que se confía en sus posibilidades económicas, así como de promoción del empleo. En el caso del Guggenheim de Bilbao, se planteó como una forma de mejorar la imagen de Euskadi en el exterior y atraer el turismo, y entre sus resultados generó por sí sólo 500 empleos directos, 3500 empleos indirectos y supone el 0,5% de PIB del País Vasco, lo que ha supuesto una revitalización urbana y un incremento de visitantes del que se han beneficiado el resto de los museos bilbaínos”.
Como subraya Manuel Ramos, “el museo puede representar un referente de marca aunque no sea visitado en sentido estricto, lo que puede motivar la atracción de más congresos, más negocios y más iniciativas económicas que son ajenas a los museos”. Según el director del Museo de Almería, las Comunidades Autónomas en España “han optado por la creación de nuevos museos de perfil más o menos espectacular porque se han dejado seducir por la cultura del espectáculo. Las mayores inversiones se destinan a los museos interactivos de ciencia y a los nuevos centros de arte contemporáneo, cuyo éxito en el proceso de comunicación con el público es -en ocasiones- cuestionable”, a juicio de Ramos.
Para el autor del libro Turismo Cultural: los museos y su planificación, “el gran inconveniente del panorama de los museos locales, que son mayoría en la red española, es el de su escasa calidad y el de su deficiente articulación con la planificación interpretativa del territorio. Las rutas culturales interurbanas no han sido convenientemente evaluadas”.
Con el objeto de modificar la situación, Manuel Ramos propone “la reorientación de la planificación y la gestión del museo, con la finalidad de lograr una articulación justa entre los intereses del turista y los del residente. Los museos deben ser capaces de diseñar una programación diversificada, orientada alternativamente al público visitante y a residente”. Igualmente –prosigue Ramos-, “si se quiere orientar el turismo hacia un marco de sostenibilidad con la ayuda de la cultura, aún es preciso engrosar las inversiones aplicadas al Patrimonio Histórico entendido en un sentido amplio, pues los presupuestos culturales resultan absolutamente escuálidos en relación a los del sector turístico, o al de las obras públicas”.
A juicio del entendido la mayor dificultad con que se tropiezan la política cultural y su articulación con el turismo, consiste en realizar una verdadera planificación transversal integrada. “Sólo la integración de la planificación turística y cultural en el planteamiento estratégico, territorial y urbanístico, podrá garantizar la consecución de un escenario que favorezca auténticamente un desarrollo sostenible”, concluye.
El objetivo de este ciclo de encuentros, que cristalizará en la creación de un observatorio de Turismo Cultural (que empezará a funcionar en enero) y que convierte en políticas de actuación las conclusiones del estudio y las recomendaciones de los expertos, es lograr compatibilizar el rendimiento económico de un sector productivo como el Turismo con la preservación de los valores culturales y medioambientales del territorio luchando contra lo que algunos expertos califican como ‘macdonalización’ del producto turístico, un fenómeno que tiende a la homogenización de la oferta, el ocio y los modelos de ocupación del territorio.
El Cabildo de Gran Canaria gestiona, a través del área de Cultura y Patrimonio Histórico y Cultural, una red de siete museos que atesoran gran parte del legado patrimonial e histórico de la isla desde su pasado más remoto al arte más vanguardista pasando por su historia más reciente o el papel que jugó el Archipiélago en el descubrimiento y colonización del continente americano. En la actualidad, más de 400.000 personas visitan anualmente los diferentes museos insulares, unas instalaciones que explican el pasado de la isla, su cultura y tradiciones o las biografías de grancanarios ilustres de la talla de Fernando León y Castillo, Benito Pérez Galdós o Tomás Morales, entre otros.
Si deseas consultarlo directamente en la página del Cabildo de Gran Canaria
http://www.grancanariacultura.com/portal/noticia_detalle.cult?codcontenido=26716